4º de la ESO.  LECTURA 2ª

OVIEDO - LA NUEVA ESPAÑA  16 de agosto de 2004

 

Yacimientos de carbón en el Naranco

MANUEL GUTIÉRREZ CLAVEROL

 

En El Naranco se explotó carbón desde mediados del siglo XIX hasta comienzos del XX, aunque se continuó de manera esporádica y episódica hasta 1963.

Se diferencian dos cuencas carboníferas. Una está situada hacia la zona septentrional y posee la mayor extensión superficial (Grupo Naranco) y otra, con dimensiones más reducidas, se emplaza en la vertiente meridional (Grupo Cuyences).

Grupo Naranco: La existencia de estos carbones ya se conoce desde 1843 como se constata de algunos análisis efectuados por Paillette, y que fueron presentados en la Sociedad Económica de Asturias. Refiriéndose a la hulla cortada en calicatas efectuadas en Los Carriles dice este autor: «es generalmente compacta, dura y ligera, y alguna, aunque rara vez, presenta una rotura agrietada y friable».

Por su parte Schulz (1858), al tratar otras cuencas diferentes de la central, se refiere a la del Naranco, vislumbrando su probable interés, en estos términos: «Mucho mayor es el terreno carbonífero al pie boreal de la sierra del Naranco, donde reposa concordante sobre la caliza carbonera que constituye la mayor parte de la ladera norte de esta montaña, apoyándose dicha caliza, ya concordante ya discordante, sobre el terreno devoniano, que se halla en su yacente y forma las cumbres de la referida sierra; este manchón de terreno carbonífero se llama de Río Nora porque el expresado río, serpenteando por él, le recorta en mucha parte y le circunda en otros tramos; tiene sobre media legua de diámetro y un espesor suficiente para encerrar bancos de carbón de importancia».

La actividad minera más intensiva aconteció entre finales del siglo XIX y los primeros años del XX, sin embargo el laboreo prosiguió intermitentemente hasta los años sesenta. Aunque el número de chamizos es amplio, las principales labores se centraron en las minas Tarabica e Inesperada.

En base a su contenido en carbón, la serie litológica se puede subdividir en dos tramos: el inferior, denominado «Paquete Folgueras» (del núcleo poblacional que se encuentra al NO de las canteras de caliza), constituido por una monótona secuencia de pizarras y areniscas de unos 650 metros de espesor, y el superior, conocido como «Paquete Los Carriles» (del caserío ubicado en la semi-isla que forma un fuerte meandro del río Nora), con una potencia de 550 metros. Este último es el que presentaba interés minero, pues contiene seis capas de carbón, destacando las apodadas Tarabica, Roxu y Capona.

Grupo Cuyences: Se trata de un pequeño asomo carbonífero aislado -probablemente el de menor dimensión de toda Asturias que ha sido beneficiado-, situado en la ladera sudoriental del monte Naranco, próximo a la localidad de Cuyences (entre Villapérez y Fitoria).

Aparte de una pequeña mención de Paillette (1845), fue también Guillermo Schulz el primero en señalar su existencia de manera fehaciente. También se refieren a esta cuenca Adaro y Junquera (1916) al comentar que «cerca de Vaqueros (falda sur) se ha cortado una capa de carbón en bolsadas, y hoy se practican nuevas investigaciones».

Se desconoce la fecha del comienzo de su explotación, pero hacia el año 1840 ya se efectuaban transacciones comerciales relacionadas con el yacimiento. Existe una labor antigua -probablemente de mediados del XIX-, a la cota 162,40 metros (tomando como referencia la altitud 0 en Oviedo), en la que se beneficiaban 3 capas de carbón.

El 20 de abril de 1920, los ingenieros de minas Durán y Corujedo realizaron un informe sobre el «Estudio industrial de los manchones carboníferos de los concejos de Oviedo y Llanera», en el que se recoge información geológica de un socavón -emplazado a la cota 131,41 metros y con una longitud de unos 300 metros- realizado en 1917, que llegó a cortar cinco capas. Durante los años 1962 y 1963 se intensificó la investigación de esta pequeña cuenca carbonífera realizando, a unos 450 metros al sur del socavón precedente, otro a la cota 100 metros -según información oral, la bocamina se encontraba en las inmediaciones de la arcillera Cerámica Menéndez-, con una longitud de unos 600 metros, atravesó un nivel de hulla (a 480 metros de la bocamina), el cual se siguió hacia el Norte unos 250 metros, formando un taller de explotación. A pesar de de su buena calidad, la capa era bastante irregular y presentaba múltiples esterilidades que condicionaron el abandono del proyecto.

En este manchón carbonífero se situaban las concesiones mineras denominadas: Inesperada, Inesperada 2.ª y Buena Suerte, encontrándose el yacimiento más importante en la denominada mina Inesperada.

La cuenca carbonífera ofrece una morfología alargada en sentido NNE-SSO, con unos 2 kilómetros de largo por 300 metros de anchura máxima aflorante. Esta disposición está ocasionada por la existencia de dos fallas que limitan la cuenca. Para finalizar, mencionar que en la escombrera de La Piniella (al SO de la fuente El Maurín, en Cuyences) -donde se encuentra una de las bocaminas- se han hallado algunos restos fósiles contemporáneos con los del Grupo Naranco y también con las cuencas de Santo Firme y de La Camocha, por lo cual no debe descartarse su continuidad en profundidad.



Manuel Gutiérrez Claverol es doctor en Geología y profesor de la Universidad de Oviedo.